De donde vengo no hay tiempo, de donde sueño no hay distancia, de donde estoy no te tengo y a donde voy podré esperar.
Donde se esconden las miradas que nunca te llegan porque no te puedo dar, donde se acechan las pasiones que envuelvo cada noche a tu ausencia, donde se ocultan las caricias de cada amanecer, evocador de grandes esperanzas y tiempo aun sin perder, donde se escuchan las lágrimas y los ríos claman su silencio a los cuatro vientos, allí esta mi alma, deslizada entre las dunas, portadora de noticias, de deseos, de quebrantos y emociones, acortando la distancia, trasportando mil fragancias que te regresan a mi lado, contemplando acariciar de manillas al espacio que nos queda para que el mañana llegue ya.
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