martes, 8 de julio de 2014

Viaje de amor

Sin dudar un instante,
ya he tomado el camino hacia tu vida.

Corriendo hacia donde ames
de este a oeste siento en todas partes
que no logro alcanzarte
tanto amas, siento, vivo, bebo, llego, temo
y nada de huir
que de sábanas blancas nubes
como algodón de azúcar
llamo a tu cintura
y cumplo con tu sueño mi pasión
y mi mente se despierta y tu brisa
vuelve llanto antiguo en risa,
y mi aliento que se esfuma
sigue latiendo de la punta de mis dedos
y acaricia con palabras, presentes
de un antiguo rito humano
que de antes de encontrarte
se escondía entre temores,
blanca espuma
bravo mar que estampa
un rosario de conchas y coral
de perlas y de amores,
algas, sal, y verte,
y vierte peces de colores que regalen
besos cada instante
aunque lejos de ti te busque
y en mi horizonte llames
por guiarme,
como faro al fondo, escucharé
las historias de viejos marineros
y serviré de sus notas
y tus luces
y hablaré a las aves
de tu nombre, y pediré
a Neptuno tu mano y un rumbo,
para ascender al norte por el sur
y asomado a lo más alto
de tu plexo solar,
llamaré a la puerta del astro
con mano desnuda sin miedo
y poniéndola al fuego por ti
hallaré un susurro por respuesta
y descenderé en picado
hasta el cielo
desde donde tu figura emergerá
y llegaré a tu cuerpo cargado de nada,
tratando de darte todo
y desfalleciendo por hacerlo.

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