domingo, 26 de octubre de 2014

Luto

Como luz que emerge del tañido,
vagabunda sombra que desplaza en su camino
blanca paz serena, emana
y amenaza con subirse a mi destino,
de corceles lleno el saco
para hallarte
galopando a lomos de una alondra
que en girones traza su volanda
y rasgando el aire se encabrita.
Noche negra se ha perdido,
porque el alma dulce ya ha sangrado
cualquier duda habida, cualquier duda,
y de llanto enjuto sumergido
el luto adiós y el muerto vivo.
Caracolas grises sin guadaña
han venido a verme de puntillas
y ese gong que nace en espadaña
reclama propio el hermitaño
ser que habita en mí sin yo saberlo
y que se ha empeñado en ser mi daño,
dueño de mi espíritu, cadenas,
chirriando cada verso y cada paso.
Noche negra se ha vencido,
noche de brilladas y de esperas,
noche
que ahora ya se ha vuelto eterna
pues, de negro, albor se ha contagiado,
nunca volverá de donde vino.

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