vacío el mundo
de mitos y leyendas y penetro
en el arte efímero de la palabra hueca,
sin prisa,
parida en desgracia
sin haber temido su propia existencia
ni ser consciente
de su desdicha.
Esta noche vuelvo a suspirar profundo,
redoblando
mi dolor con ecos de voces
muertas, perdidas, olvidadas...
Esta noche vuelvo a susurrar eterno,
soñador
despierto que se ha dormido
rezando tu nombre junto al mío,
y te espero
y te siento
y te grito
mientras escribo este silencio.
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