miércoles, 23 de marzo de 2016

No me queda pena

Esta noche
he de robar al viento
los poemas que tus pupilas
han desterrado de mi alma,
volar hacia el destino
que me has negado
y llorar mi propia muerte
en el camino.
Esta noche,
ébano infierno de diamantes
se me antoja cincelada losa,
bajo el triste ciprés
que me cobija la sombra
y sobre la fría morada
en que me tumbé.
Esta noche
volveré al aullar de antaño,
sufriré el canto de un loco
y colgaré
mi amor del espadaño
desde el que las campanas,
ayer,
doblaron por un extraño.

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