martes, 21 de junio de 2016

La foto de tu vida

A lo largo de mi  experiencia, tanto personal como profesional, me he visto en situaciones de difícil interpretación, ya que, a pesar de no haber estudiado ninguna carrera de psicología, ni tener estudios en la materia, muchas personas se han acercado a mí con la intención de obtener alguna clase de apoyo o consejo.

No suelo ser buen consejero, ya que quien aconseja puede obrar con poco juicio, movido por su propia vivencia de un suceso similar o por un desconocimiento profundo del tema, lo que lleva directamente a realizar consejos para "cobayas", en los que el resultado final puede ser digno de un estudio científico.

La suerte tampoco apoya a los injustos, ni a los que, una vez errado el consejo, modifican su criterio para acercarse a un postulado más acorde con la nueva situación que ellos mismos han desencadenado.

Ahora bien, teniendo esto en consideración, he llegado a ver y mostrar la vida, a quien me pide unas palabras, como la conexión de tres bloques fundamentales, pilares de sustento en los que todo lo demás se asienta, como los cimientos de cualquier edificio, por grande o pequeño que sea.

No obstante, en el mundo de la crisis y la burbuja inmobiliaria, me he dado cuenta de que hablar de construir un edificio puede estar penalizado, demasiados edificios vacíos en el paisaje urbano me han demostrado que las personas podemos llegar a estar vacías, así que, desde mi punto de vista, prefiero hablar de "la foto de tu vida".

Todo el mundo desea ser visto lo mejor posible, guapo o guapa, alegre, feliz, lleno de energía, positivo, en definitiva, pleno. Para esto es necesario salir lo mejor posible en "esa foto" de la que hablo, la de tu propia vida, la que reproduce la instantánea, a modo de las ya famosas "auto fotos" que tanto pululan por las redes.

Ahora bien, si queremos una buena foto, una en la que se muestre nuestra vida y nuestro entorno, deberemos de olvidarnos del "palo" o de estirar el brazo hasta límites insospechados, y plantearnos, por un momento, ser profesionales de la fotografía.

Una foto profesional, además de la cámara y los años de aprendizaje y experiencia, tiene algo fundamental: un trípode.

Si pones una cámara sobre un trípode, la foto sale completamente nítida,misión movimientos extraños o zonas borrosas, sin embargo, si a ese trípode le falla una de las patas, ¿qué podemos hacer?, ¿cómo realizar la foto?

Aún es sencillo, si lo pensamos un poco, podemos sujetar la pata con una mano, así, aunque la foto no salga perfecta, tal vez algo movida, y nuestra cara esté pegada a la cámara, ocultando parte del paisaje, lograríamos hacer una instantánea más o menos decente, no perfecta, pero tenemos la foto.

Así es con las tres partes en las que se puede dividir la vida: lo familiar/social, lo laboral y lo económico.

Cuando una de éstas patas se desestabiliza, la posibilidad de tener una foto aceptable aún existe. Cierto es que habrá que tener calma, pulso y ganas de hacer la foto, y mucha fuerza para lograr recuperar la pata estropeada, pero todo es posible, y, poco a poco, encontramos los medios para recuperarnos del todo.

Ahora bien, sigamos con la cámara sobre el trípode, recordemos que una pata falló y tenemos la cara frente al objetivo, una mano sujetando para nivelar y la otra en el disparador. En este momento se escucha un chasquido y otra de las patas falla.

¿Ahora puedes hacer la foto? ¿Cómo vas a sujetar las dos patas y dar al pulsador? Bueno, afortunadamente existen las cámaras con disparo temporizado, pero no es el caso, ahora hay un verdadero problema, no sólo porque la reparación puede ser costosa, sino porque ni siquiera tienes la "foto" que puede ayudarte a ver qué te está sucediendo.

Aquí es donde empiezo mi apoyo, mi asesoramiento y pongo en práctica todas mis destrezas, incluso cuando ya han fallado las tres patas se puede dar un giro a la situación y devolver a la normalidad un caos de oscuras e intrincadas salidas.

Si alguien viene y me pide ayuda, yo le hago una foto para que vea cómo está tratando de hacerse un "selfie" y, una vez que se ven retratados, comienzan a trabajar para recuperarse.

Yo, ahora, procuro hacerme fotos teniendo un espejo cerca para ver si mi posición es normal o tengo demasiadas patas desestabilizadas.

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